sábado, 12 de noviembre de 2011

¿Predicando con el ejemplo?

En la penúltima asamblea general, la del día 4 de noviembre, hubo una intervención un tanto “especial” desde las butacas, que de hecho sirvió para finalizar la asamblea.

 Esa intervención me hizo reflexionar bastante, aunque por motivos diferentes a a las otras; resulta que, aunque el estilo del orador era inconfundible (elegir el último turno de palabra, desde las primeras filas y mirando a los asistentes, tono mitinero y mensajes concisos, pero arrimando el ascua a su sardina, 100% comisiones obreras), el caso es que no conocía a la persona que intervenía. Por un lado, no es extraño, ya que aún después de más de 7 años trabajando aquí, y 4 ejerciendo de representante sindical, hay mucha gente de la plantilla a la que sólo conozco de vista, pero quieras que no, las caras te suenan. Lo que me extrañaba es que una persona que se le notaba a la legua una formación y actitud sindical nunca hubiese coincidido conmigo en ningún momento en todo este tiempo. Es muy raro, porque ha habido temporadas que he visto más a “los de los sindicatos” que a mi propia familia. El caso es que, como preguntando se va a Roma, no tardé mucho en averigüar algunos datos sobre el susodicho interviniente. Nombre, puesto en la plantilla, etc.



También me enteré de por qué no me somaba de nada, y entonces lo entendí todo. Resulta que, según mis fuentes, este compañero pertenece al sindicato CC.OO. (eso ya me lo imaginaba), está liberado (desde hace más de diez años, me dicen) trabajando para ese sindicato, pero cobrando su salario del Ayuntamiento, aunque por aquí sólo se le ve en muy contadas ocasiones. Esto último es evidente, lo digo por la experiencia personal que ya os he contado. Y su liberación no proviene de las elecciones sindicales del Ayuntamiento de Coslada, por lo que no “consume” horas sindicales de éste ámbito. 


El tema es que todo esto me ha hecho reflexionar bastante, como decía antes de esta larga introducción. Resulta que en la asamblea salió como 20 veces el tema de exigir a los políticos que recorten los cargos de confianza, proponiendo muchas voces incluso su eliminación total. Por mi parte, absolutamente de acuerdo. Es un gasto inútil, y aquellos partidos que necesiten de asesores, que se los paguen ¿no?. Pero muy poca credibilidad tendríamos al esgrimir este argumento ante el equipo de gobierno si no nos miramos antes al espejo y hacemos autocrítica en la parte que nos toca. Aprovechando esa anécdota, desde la sección sindical de la CGT hemos investigado un poco al respecto y nos hemos encontrado con la existencia de un acuerdo marco de administración local, firmado por los represantes de la federación madrileña de municipios y los sindicatos mayoritarios (CC.OO., CSI-F y U.G.T.), el cual, aparte de varias vaguedades y de repetir lo que ya está legislado por otro lado, se establece que los ayuntamientos se obligan a regalarles a estos sindicatos un número de liberados, el cual asciende a 60, de los cuales los ayuntamientos con una plantilla del tamaño de la de Coslada tiene que poner hasta 5, con el único requisito de que los sindicatos firmantes lo pidan. Además, se establece que los ayuntamientos también les tienen que pagar el sueldo a quienes, siendo empleados municipales, ocupen cargos de cierto nivel en los sindicatos firmantes de ese apaño, digo, acuerdo; hasta otros 18. 


 La pregunta es: ¿cuántos de estos 78 “liberados” están cobrando salarios del Ayuntamiento de Coslada mientras trabajan para esos sindicatos, por el mero hecho de haber firmado ese acuerdo marco?. Nosotr@s, en CGT, tenemos hechas nuestras cuentas al respecto, pero pensamos que deberían ser los propios sindicatos que se están beneficiando de ello quienes informen debidamente a la plantilla de todo esto. Por otra parte, el citado acuerdo marco finaliza su vigencia a 31 de diciembre de 2011, es decir que está al caer. Los sindicatos privilegiados con las prebendas de ese acuerdo tienen una oportunidad única de dar ejemplo de austeridad y preocupación por las finanzas municipales renunciando a esos 78 liberados. A diferencia de los cinco millones de parados que tenemos a nuestro alrededor, éstos tienen dos opciones: o volver a a ocupar su puesto de trabajo, o que les pague su sueldo la entidad para la que están trabajando. Entonces sí que estarán en condiciones de exigirle al equipo de gobierno que eliminen los cargos de confianza. Afortunadamente, hay sindicatos como CGT que pueden exigir desde ya, con la cabeza alta y levantando la voz, el cese de todos ellos: los liberados políticos, y también de los liberados sindicales. 


 Firmado. Luis Andrés Pérez

3 comentarios:

  1. Ya puestos podrían explicar porque firman un acuerdo con el gobierno y luego montan una recogida de firmas en contra.

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  2. Me parece tan patético.
    Hay que quitar cargos de confianza sí, ojalá todos, pero ¿y esa cantidad de liberados?, para mí es la misma historia en otro colectivo
    No me extraña que la gente esté tan quemada con los sindicatos, son este tipo de "azañas" las que crean descontento y traición
    cada vez me alegra más ser cgtera

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  3. Que yo sepa al menos lleva 13 años, los que yo llevo en el Ayto. Fue ocupante del puesto de trabajo al que yo entré, pero ya hubo otros dos antes de entrar yo

    Esto es el clásico caso de sobrerrepresentación de los mayoritarios. Como sacan X delegados más que el resto, encima les "regalan" otros tantos en virtud de acuerdos entre la administración y ellos

    Añadido a mayor subvención, mayor uso de locales cedidos y horas sindicales por encima de lo establecido en las leyes completan la sobrerrepresentación.

    En el aspecto sindical se repite el mismo esquema político de engordar más a los ya de por si más gordos

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